Aunque sea una de las actividades más naturales que realiza el cuerpo humano, hay ciertas sutilezas que uno debe dominar para bostezar de la mejor manera posible. Empecemos con los motivos principales para bostezar: el cansancio y el hastío. Da igual cual le parece más conveniente, pero usted debe elegir uno. Si escoge el primero, entonces hay que encontrar un modo de agotarse. Piénselo bien. Si le faltan ideas, podría ayudar a un amigo a mudarse por enésima vez, desvelarse toda la noche viendo basura en la tele o, mejor aún, podría tomar un vuelo nocturno de varias horas mientras un bebé no cesa de llorar y unos escuincles diabólicos no dejan de golpear su asiento. En caso de que usted prefiera el aburrimiento, piense en el tedio de llenar un sin fin de papeleo, en la espera agonizante cuando uno acude a cualquier agencia federal o en cómo las manecillas del reloj parecen moverse al revés cuando lo único que uno quiere es escaparse de la oficina.
Una vez que tiene el estado de ánimo adecuado, inhale profundo, llenando lentamente los pulmones con todo el aire que quepa dentro. Abra la boca paulatinamente formando una “o” con los labios, preferiblemente mientras alza los brazos y acerca los puños cerrados a la cabeza. Alternativamente puede acercar la palma de una mano a la boca, como si fuera a disimular todo el gesto. Mantenga la tensión en el cuerpo y aguante la respiración por dos segundos mientras entrecierra los ojos e inclina ligeramente la cabeza. Posteriormente se emitirá un sonido grave y sostenido mientras se expele todo el aire de los pulmones.
Cuando se ha completado el gesto, su trabajo apenas ha comenzado. Comprenderá que el propósito del bostezo no es de aliviar el cansancio ni el aburrimiento. Este reflejo biológico sólo sirve para fastidiar a los demás, inexorablemente contagiándolos y forzándolos a replicar este movimiento inútil del cuerpo. Para bostezar con éxito, uno debe buscar un grupo considerable de personas, cuantas más mejor. Sitúese entre todos del grupo y busque una posición que sea visible a todos, de ser posible donde no haya mucho ruido para que su voz resuene más. Ahora con sumo sigilo, levante la mano derecha hasta la boca y empiece a bostezar mientras mantiene contacto visual con la persona que esté más cerca. Observe bien su rostro. Si no muestra molestia, seguida por su proprio bostezo un momento más tarde, usted ha fallado en su tentativa y debe intentarlo de nuevo con otro blanco. Si después de varias repeticiones se logra transmitir el bostezo a todos los demás, usted podrá regodearse en su éxito y salir de la zona.